Chaîne des Rôtisseurs

Con sus casi 25 000 miembros, la Chaîne des Rôtisseurs es una Asociación Internacional de Gastronomía, presente en más de 80 países, que reúne a entusiastas que comparten los mismos valores en torno a la calidad, la buena gastronomía, el apoyo a las artes culinarias y los placeres de la buena mesa. La característica que distingue a nuestra asociación es la de reunir a aficionados y profesionales de todo el mundo, ya se trate de hoteleros, restauradores, chefs o sumilleres, en torno al aprecio por la buena cocina.

La Chaîne des Rôtisseurs decidió asumir un papel activo y positivo más en el mundo de la gastronomía llevando su actividad más allá de los restaurantes y hoteles, y ampliándola al ámbito de «la solidaridad y el intercambio». El 2 de enero de 2008, la Chaîne des Rôtisseurs se registró oficialmente como asociación benéfica (la Asociación para la Caridad de la Chaîne des Rôtisseurs) en la Prefectura de Policía de París. Esto hizo posible el lanzamiento de programas en el ámbito del desarrollo social que tenían por objetivo desarrollar y mejorar las condiciones de vida de las personas necesitadas, especialmente de los niños.

La Ordre Mondial des Gourmets Dégustateurs (OMGD) es una sección específica de la Chaîne des Rôtisseurs que se especializa y se concentra en vinos, aguardientes, licores y bebidas tradicionales. Se fundó en París el 2 de septiembre de 1963 y es una parte integral de la Chaîne des Rôtisseurs. Su objetivo es promover el disfrute, la apreciación y el conocimiento de vinos excelentes, licores de calidad, cervezas y aguas minerales de todo el mundo.

No se prestó atención a los Rôtisseurs hasta 1950, cuando Jean Valby, junto con los gastrónomos Curnonsky (elegido Príncipe de los Gastrónomos) y el Dr. Auguste Bécart, y los profesionales Louis Giraudon y Marcel Dorin, recuperaron la asociación fundando la Confrérie de la Chaîne des Rôtisseurs.

Durante más de cuatro siglos, la Confrérie des Rôtisseurs ha cultivado y desarrollado las artes culinarias. La cofradía cumplía con todos los requisitos de profesionalidad que exigía la «Mesa Real» hasta 1793, cuando el sistema de gremios se disolvió durante la Revolución Francesa.

Luis IX, el rey francés canonizado posteriormente como San Luis, ordenó el establecimiento de varios gremios profesionales, incluido el gremio de los «Ayeurs» o asadores de gansos. El propósito de este gremio era mejorar los conocimientos técnicos de sus miembros: aprendices, comerciantes y maestros.